



Desde que los sigo en Facebook siento paz y esperanza cada día. Sus mensajes me recuerdan que Dios siempre está conmigo.
He encontrado palabras que me levantaron en mis momentos más difíciles. Es como un oasis espiritual en medio del desierto.
Me encanta Nutriendo el Espíritu, porque no sólo comparten la Palabra, sino también amor y apoyo genuino. Me siento parte de una familia en la fe.

